Extraña melancolía ...

Tras un merecido descanso cibernético, regresamos a nuestras rutinas con cierto "estupor" ... razón de más por la que me ha costado tanto asimilar una "injusta" despedida fruto de esta vorágine competencia laboral, donde el factor humano pierde fundamento.

He fracasado en mi intento por no apegarme tanto a las cosas e incluso ser más reservada. No sería yo y aunque emocionalmente me desploma, las satisfacciones son imponderables.

En la vida, continuamente estamos asumiendo pérdidas, lo alentador es que, en contrapartida, siempre nos sorprende y aunque atrás quedarán nuestros momentos felices de complicidad absoluta en "esta pecera" y sienta este peculiar "luto", el futuro como amigas es maravilloso.

Gracias Lula por compartirme tu luz y demostrarme que la palabra "compañera" existe de verdad, he aprendido mucho contigo y resulta que yo tenía que ser quien te formara ... me quedo con tu presencia en "nuestro rincón de la tercera" que a falta de una alfombra roja era como nuestra casita. Pero sobre todo ... gracias por quererme tanto ... o acaso pensabas que no me había dado cuenta?

"It is only with the Heart that one can see rightly; what is essential is invisible to the eye" (The little Prince, Antoine de Saint-Exupery).

Curiosamente he sentido la necesidad de leer El Principito ... los cinco minutos que muchos dedican a la prensa diaria en su puesto de trabajo, yo lo haré hasta que termine ... con esta joya. Va por ti, mi niña!