La Vorágine...

Dicen que la primavera metereológica comienza el 1 de marzo… esperaré con impaciencia al clásico 21 de marzo para ver si nos recibe con un día cargado de luz y relativa calma en nuestras aguas… sencillamente ver brotar las flores en todo su esplendor, ya que el espectáculo de olas que hemos presenciado en este Norte ha sido sobrecogedor, con alguna descarada que alcanzó los 26 metros de altura.

Dicen que la primavera la sangre altera, cuántas cositas se atribuyen a esta estación como la vorágine del amor. Vorágine en su primera definición dice “remolino de gran fuerza e intensidad que se forma en el agua de un mar, río o lago por la acción del viento o las corrientes”. Es esta una primavera de grandes olas… de grandes pasiones. En otra definición leo “calma mezcla de sentimientos desenfrenada”… sólo dos personas que se aman pueden entenderlo. Ser capaces de no asustarse ante la tempestad. Que nadie se atreva a juzgar a dos enamorados. Nadie.

Dicen que el libro de Arturo Cova es la idealización del amor y la mujer en  La Vorágine. Extraigo un fragmento:

“Hoy, como nunca, siento nostalgia de la mujer ideal y pura, cuyos brazos brinden serenidad para la inquietud, frescura para el ardor, olvido para los vicios y las pasiones”.

Mi amiga dice que gana siempre el que ama porque tiene taaaaaanto amor para llevarse a otra parte y el que pierde es el que sólo se deja querer. Yo soy de las que ama… una descarada que remonta primaveras como olas!