Encontrar una razón para el deshielo...

Mi reciente viaje a Londres fue importante por muchas circunstancias... especialmente por mi tiempo de soledad para mirar el mundo recreando historias, historias en las que yo misma me encontraba porque viajar en definitiva es vivirte un poco tú en otro espacio, conviviendo con otras rutinas y sensaciones dispares.

Todos nacemos con un corazón tierno, indomable e inocente que la vida se ocupa de endurecer... a unos un poquito más que a otros, incluso a algunos se les congela con un crujido que sólo se escucha por dentro... pero aun el corazón convertido en bloque de hielo, late!

En las grandes ciudades... las prisas, el tráfico, la vida subterránea, la corriente imparable de personas... todo nos hace caminar contagiados por ese ritmo también en vacaciones y así es como pocos se fijan en un niño que quiere descalzarse a toda costa...


Observa las pompas de jabón elevarse, pompas que se escapan en dirección contraria a los caminantes... quizá son sólo el reflejo de los corazones de todos esos transeúntes que también quieren escapar de acelerado paso.

Y entonces ocurre... el niño grita de felicidad... se ha producido el deshielo y tú o yo, estallamos de felicidad! Tan sencillo y tan íntimo como pararse a mirar sin carreras y robarnos un baile... imposible no derretirse en sonrisas!


En vista de lo visto me desvisto,
me desnudo a mí misma  y me mantengo,
me encanta este tener lo que no tengo. Gloria Fuertes


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