Por la sensibilidad que cabalga desbocada...

Estos días repasaba vivencias de Campanilla... imágenes y algún vídeo que a ella la vuelve loca visionar una y otra vez, ello me da pistas... qué curioso cómo vamos forjando nuestra personalidad, cómo nos llenamos de detalles que nos hacen a cada personaje tan únicos... ésos que provocan la sonrisa porque son genuinos, incluso los heredados de padres a hijos llevan otro encanto... pero también arrancan nostalgias... el tiempo vuela!

Respiro con cada click y hoy he aprendido a congelarme a mí misma para disfrutar del disparo directo a la memoria que supera el 3G, el 4G... que sobrepasa el mito de los cinco sentidos... donde la sensibilidad cabalga desbocada.



Cuántas veces jugué con mis hermanas a ser mayor, qué paradoja... y me veo reflejada. Nos pasábamos las horas debajo de la mesa del comedor preparando carnets de detectives privados y dejando pistas falsas... éramos los auténticos Angeles de Charlie... o jugábamos a papás y mamás preparando brebajes con hierbas, agua y la harina que a escondidas sacábamos de la despensa... hoy los pequeños lo hacen imitándonos en nuestra actividad... resulta interesante detenerse a observar cómo nos miran... con nuestros móviles y apretadas agendas... organizando las casas y nuestras familias... montando puestos ambulantes a la puerta de casa... me siento afortunada con toda esta información... es cuestión de abrir un poco el plano con mi cámara o retroceder y no centrarme tanto en el detalle que es muy hermoso pero que a ratos me despista de todo el contenido...

He cumplido años y me han regalado una cometa... a mis años! Nunca es tarde para vivir una primera vez... voy a echarla a volar... no hay prisa, ni motivos para frustrarme en el intento... y si fallo, paro como ahora... cualquier excusa es buena para esperarte y que me esperes!

Campanilla dibuja cometas...

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